Siempre nos quedará Roma (VI)


Me da a la nariz que este va ser el último programa que haga sobre el primer año en Roma, ya que del segundo también haré varias entregas. Dudo que sean tantas, pero en fin… Es lo que hay. En un principio, puede que piense que durante el primer año me lo pasé mejor, lo comentaba el penúltimo día que quedé con Leti y María, pero en realidad no lo sé. Cada año ha tenido sus cosas buenas y sus cosas mejores y sería muy difícil quedarme con uno de los dos. Pero vamos a dejar eso a un lado y vamos a arrancar esta nonagésimo quinta entrega de TEVDA hablando sobre las últimas cosas que se me ocurren del primer año en tierras italianas.

Una de ellas es el corte de pelo de Don Javier Ecay. El “don” ya suena como poco serio (por como lo conocemos) y es por eso que he decidido quitar el “Francisco” de su nombre, porque iba a quedar muy artificial. En el montaje hecho por Uxua, Pamela explica con tan sólo 14 años, que está estudiando 3º de ESO y que quiere ser peluquera. El montaje y la historia es tan personal que no me parece correcta sacarla aquí, pero la foto en la que la italiana le está cortando el pelo al párroco de Sarriguren si existe (hay más de una) y es buenísima. Es la que veis junto a estas líneas y me ha sido concedido el permiso de subirla. (Vale, acabo de caer al releer esto, que el corte de pelo es ya de la segunda vez… Perdón).

En Roma me he enfadado muy pocas veces (alguna vez conmigo mismo), y dejando a un lado el “enfado chorra” con Leti, una de las veces que me he disgustado ha sido con Ecay. El motivo no viene a cuento, y es verdad que siempre hemos estado a bromas y que esta historia corresponde al segundo año- otra vez…-, pero da igual. Considero muy importante la raya en la que se debería diferenciar la broma, de las cosas serias que le puedan afectar a uno. Ecay no lo supo ver. No me sentó bien, y es verdad que yo tampoco hice bien al decírselo delante de todos los allí presentes, pero no estaba de humor.

Del primer año me gustaría remarcar la salida a la playa y al Vaticano con los niños gitanos. En la primera, me consta que estuvo Leti, y en la segunda María. Era el primer año, así que no entiendo en qué labores nos habríamos quedado los demás. Lo que me dio más envidia fue lo del segundo año, pero en pro de que María y Manu hicieran las paces- ya e verá por qué-, y yo siguiera conociendo a la otra María, me quedé con tita Ana y con la gran Rosalía en la parroquia. No quiero adelantar nada, pero me hace tanta ilusión nombrar a Rosalía… Podréis tener a ese amigo o esa amiga de toda la vida (o no) que tenga vuestra misma edad (o no) y os contéis todo, pero si no conocéis alguna vez a Rosa, no sabréis lo que os perdéis. Va a dar tanto juego en los próximos especiales… Buff…

No me gustaría acabar este primer año sin contar una cosa que no se si paso la primera o la segunda vez, pero en fin… María tu nos lo dirás. Mojarnos por las calles de Roma muy mucho hasta el punto de que te tuvieras que quitar la camiseta en el tren, quedarte como te quedaste y que Ana te tuviera que medio tapar con no me acuerdo el que, para que te la quitaras y te pusieras una chaqueta sin más. Vale, acabo de caer que igual fue el segundo año, porque te cuidaban muy mucho; y era normal, acababas de pasar la mononucleosis y puede que no jugara yo del todo limpio. Pero dos no se “pelean” si uno no quiere. Y lo pongo entrecomillado porque no se puede hablar de pelearse.

María y yo sólo hemos estado enfadados una vez (de los demás yo no hablo- jajajaja… tengo cada punto que…-) y fue culpa mía. La boca me ha perdido muchas veces y esta fue una de ellas. No me llevé una bofetada, porque lo de decir “la boca” puede llevar a equívoco y os equivocáis si estabais ya con el “run run”. Comentarios míos muy desafortunados, que aunque fuera tarde me di cuenta y los borré. Y menos mal.

Me estoy dando cuenta, que he dejado para el final todo lo “malo”, asique voy a volver a lo bueno, no sea que os vayáis a quedar con este sabor de boca.

Una de las cosas de allá, a parte de aprender palabras como “pala” (balón), “escuadra” (equipo), o las palabras feas enseñadas por Koldo, nos ha servido para darnos cuenta los ratos muertos que teníamos cada día. Muchísimo tiempo, sobre todo si comíamos a las 12,00h. Había que hacer algo, y tengo tan presente el recuerdo de una tarde que lo voy a contar. La tarde en la que María escribió- con la ayuda de un servidor- una carta en “euskera”. La tengo entre mis papeles, así que la voy a buscar y la voy a plasmar.

Podría mostrar el dibujo de “la casa de nuestras vidas” o el “with lof”, pero vamos a dejarlo ahí y vamos a leer la carta. Seguramente que haga acotaciones, por eso la carta la voy a transcribir en cursiva. Con permiso Mery, tampoco me parece que cuentes cosas del otro mundo:

Pal´ el (este “el” no tiene sentido) más grande la Mery:

Kaixo my friend!! Zer moduz Zaude (esta mayúscula aquí tampoco la entiendo)? Orain abesti bat idatzi behar dizut oso polita dela (debería ser “dena” y el orden nos es muy de EGA, pero sigamos) eta gero abestuko dizut:

-Yo tengo un moco, lo saco poco a poco, lo redondeo y lo miro con deseo, me lo como y como me sabe a poco, cojemos (como diría Rafaella Carrá “que dolor, que dolor…”) otro moco y volvemos a empezar”

Y tras oír esta canción me vienen a la memoria lo magníficamente bien que cantaba Leti el “Ilargia” de Ken 7. ¿Sabéis eso de cuando no sabemos inglés y nos inventamos las letras de las canciones con palabras que no existen? Pues eso le pasaba a la “amega” con esta canción, momentos épicos donde los haya.

Y como se estaba viendo venir, iba a tener que cortar la carta a la mitad. Que rabia… No es muy bonito, pero como dice mi abuelo… “Que le vamos a hacele”. No hay otra que esperar, pero no voy a ser tan cruel a esperar de que den las 22,30h del próximo viernes. El martes os prometo- y esta vez de verdad- adelantaros algo y daros la oportunidad de leer la carta al completo.

Y sin más dilación, muchas gracias por estar ahí porque ya saben que esto sin ustedes al otro lado carecería de sentido y no sería posible. La próxima semana más, y a ver si mejor. Si tengo ocasión ya empezaré a hablar de mi segundo viaje, pero del primero aún faltan cosas por contar…

¡Feliz finde a todos y en especial a Naiara Adín que hoy cumple años; ZORIONAK!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mariposillas en el estómago (o algo así)

A mis abuelos; a los cuatro

"Alba" (crítica)